Estos espíritus son enemigos del llamado de Dios al ministerio. Enfocan sus ataques al ministro del evangelio para frustrarlos o eliminarlos completamente del ministerio. Todo ministro debe aprender tratar con estos espíritus malos que han logrado destruir muchos llamados además es muy aconsejable que todo pastor ore continuamente en contra de estos espíritus.
 

Gracias señor por el privilegio de trabajar en tu viña. Pues sabemos que muchos son llamados y pocos los escogidos, gracias por escogerme a mi.
Pase un tiempo confesando sus pecados y arrepiéntase delante del señor; después repita las siguientes oraciones:
 

• Declaro que no seré una saeta perdida en manos de mi hacedor, en el nombre de Jesús.
• Destruyo a todo poder fundamental trabajando en contra de mi llamado, en el nombre de Jesús.
• Quebranto todo yugo obrando en contra de mi crecimiento espiritual, en el nombre de Jesús.
• Declaro que el enemigo no hará de mí un mal ejemplo, en el nombre de Jesús.
• Le ordeno que se muera todo hábito destructivo para desperdiciar mi llamado, en el nombre de Jesús.
•  Que la unción de un buen fin venga sobre mi destino, en el nombre de Jesús.
• Que toda área de mi vida que no haya sido liberada completamente reciba completa liberación por fuego, en el nombre de Jesús.
• Le ordeno que se regrese  toda saeta antiministerial lanzada a mi vida, en el nombre de Jesús.
• Le cierro toda puerta abierta al enemigo de mi llamado, en el nombre de Jesús.
• Que el poder del espíritu santo fluya sobre toda área  muerta de mi vida espiritual, en el nombre de Jesús.
• Destruya toda arma forjada en contra de mi llamado ministerial, en el nombre de Jesús.
• Le ordeno que se seque toda plantación en mi interior que haya sido diseñada para hacerme caer que aun no sea manifiesta pero que se manifestara en el futuro, en el nombre de Jesús.
• Que la gloria de Dios me cubra, en el nombre de Jesús.
• Recibo el poder para satisfacer las necesidades de la presente generación, en el nombre de Jesús.
• Declaro que soy llamado/a de Dios y que ningún poder me matara, en el nombre de Jesús.
• Señor fortaléceme para ser fiel a mi llamado, en el nombre de Jesús.
• Declaro que el diablo no se tragara mi destino, en el nombre de Jesús.
• Ato a todo espíritu de impureza sexual, en el nombre de Jesús.
• Recibo fuego y unción fresca, en el nombre de Jesús.